Estamos viviendo una etapa a nivel mundial muy dura con todos los desastres que está dejando tras de sí el huracán de la pandemia. Para muchos, será complicado volver a la mal llamada “nueva normalidad”. Se ha perdido mucho, pero debemos sobreponernos, debemos mirar al futuro, debemos volver a sonreír.
La risa y el humor, además de resultar divertidos, son muy necesarios para la salud. Se trata de una actividad fisiológica que tiene incidencia en todo nuestro organismo, proporcionando bienestar físico y mental en niveles mucho más importantes de lo que se pueda pensar. No se trata sólo de la expresión de un sentimiento, es una puerta a la positividad y altamente contagiosa. ¡Aprovéchala y únete al contagio positivo!
¿Se puede vivir sin sonreír?
Se puede, pero no es agradable. Debemos evitar caer en el pozo de la melancolía perpetua, rodeados de oscura tristeza. Para ello, hay que buscar luz, y una sonrisa ilumina y te puede llegar a marcar el camino de salida.
Sonreír hace bien, también lo dicen los científicos. Prolonga la vida, reduce el estrés y sin lugar a dudas acerca a las personas entre ellas, las hace partícipe, inunda el ambiente.
Una terapia muy agradable
La risa también puede ser el vehículo de una terapia que se conoce como risoterapia, una estrategia o técnica psicoterapéutica que produce beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. Seguramente no pueda considerarse un tratamiento o terapia, ya que ciertamente no cura enfermedades por sí misma, pero está comprobado que en ciertos casos logra sinergias positivas. Se trata, en general, de que las sesiones de risoterapia se practiquen en grupo, aprovechando el contagio de persona a persona, ya que reír en grupo no es para nada lo mismo que hacerlo solos. De esta forma, el efecto grupal estimula a las personas que, normalmente, no reirían, o bien les costaría mucho más.
La risoterapia es una hermosa puerta para lograr la relajación, abrir nuestra capacidad de sentir, de amar, de llegar al silencio, al éxtasis, a la creatividad, sencillamente utilizando la risa como vehículo. Se utilizan diferentes técnicas que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada, entre ellas: el juego, la expresión corporal, el baile, ejercicios de respiración, masajes. Técnicas para reír de manera natural y sana, de un modo simple, como si fuéramos niños.
Científicamente, se ha comprobado que la risa franca, la carcajada, aporta múltiples beneficios: rejuvenece, elimina las tensiones, ansiedad, el estrés, depresión, colesterol, adelgaza, insomnio, dolores, problemas cardiovasculares, respiratorios, cualquier enfermedad. Existen diferentes estudios centrados en la capacidad de las carcajadas para combatir todo tipo de enfermedades que indican que mientras reímos liberamos gran cantidad de endorfinas, responsables en gran parte de la sensación de bienestar.
Se utiliza la risa con el fin de eliminar bloqueos emocionales, físicos, mentales, sexuales, sanar nuestra infancia, como proceso de crecimiento personal. Se crea un espacio para estar con uno mismo, vivir el aquí y ahora, estar en el presente, ya que cuando reímos es imposible pensar, nos ayuda a descubrir nuestros dones, abrirnos horizontes, vencer los miedos, llenarnos de fuerza, de ilusión, de sentido del humor y aprender a vivir una vida positiva, intensa, sincera y total, como si de niños se tratara.
La risa sin lugar a dudas es la mejor medicina. Nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación, abre nuestros sentidos y ayuda a transformar nuestras pautas mentales. Practícala a diario y seguro que te ayudará a obtener sentimientos positivos.