Con el paso del tiempo cada vez estamos más concienciados de que el cambio climático es una realidad y que si no tomamos medidas cada minuto que pasa nos estamos acercando más al famoso punto de no retorno.
El medio ambiente es algo de todos y deberíamos cuidar de él como si fuese parte de nuestra familia, y de hecho, lo es. Ejemplos como vivir en ciudades con un alto nivel de contaminación se ha demostrado que afecta negativamente a nuestra salud, o verter escombros en el mar provoca que los ecosistemas marinos sufran y algunas especies lleguen incluso a morir a causa de ello.
Y es que a pesar de toda la cantidad de información que llega a nuestros oídos hoy en día a través de las redes e internet, parece que no le prestamos la suficiente atención como para tomarlo en serio y hacer pequeños cambios en nuestras vidas cotidianas para poder salvar el planeta.
A veces nos convencemos que salvar el medio ambiente es cosa de grandes corporaciones, de política o de presidentes de gobiernos, pero no nos damos cuenta de que con gestos muy pequeños podemos tener un impacto ambiental positivo enorme.
Un ejemplo de lo anterior es un sistema de reutilización de agua que actualmente ya se está implantando en muchos países y que permitirá ahorrar una cantidad muy elevada de agua en cualquier hogar.
La importancia de reutilizar y ahorrar agua
Parece mentira, pero aunque creamos que a día de hoy lo hayamos inventado todo, todavía tenemos un margen muy grande para mejorar pequeñas cosas de nuestras vidas cotidianas y contribuir con un gran impacto ambiental positivo a salvar el planeta.
Y es que cuando tiramos la cadena, nos duchamos o nos lavamos las manos en el lavabo, no tenemos en cuenta la gran cantidad de agua que estamos utilizando cada día y que podríamos ahorrar si tuviéramos unos hábitos adecuados o las herramientas disponibles para hacerlo.
Un ejemplo de lo anterior es que en un depósito de un inodoro estándar se pueden llegar a almacenar unos 25 litros. Teniendo en cuenta que de media una persona va al baño un par o tres de veces durante un día, estamos hablando de gastar una cantidad de agua equivalente a unos 22.000 litros al año por persona.
Todos esos litros de agua que se almacenan en el depósito del inodoro, es agua limpia que viene directamente a nuestra casa y que utilizamos simplemente para limpiarlo. ¿Y si utilizáramos el agua de la ducha o el agua con la que nos lavamos las manos para limpiar el inodoro?
Reutilizar el agua del lavabo para llenar el depósito del inodoro
En países como Japón, se están instalando ya este tipo de baños con los que el ahorro de agua se va a multiplicar por un número muy elevado. Y es que actualmente en prácticamente todos los lavabos de nuestro país utilizan agua limpia para llenar el depósito de un inodoro y cuando tiramos de la cadena no nos damos cuenta de la gran cantidad de agua que estamos usando.
Existen ya a día de hoy en el mercado distintos diseños para este simple pero muy ingenioso invento. Es un gran ejemplo de que con un pequeño cambio podemos tener un impacto ambiental positivo espectacular.
¿Pero porqué no lo habíamos pensado antes y por qué todavía no se están instalando a día de hoy en nuestro país? Desde luego es una iniciativa brillante que nos permitirá ahorrar una cantidad de agua increíble y deberíamos apostar por ella al máximo.
Promover iniciativas sostenibles y apostar fuerte por ellas
Iniciativas como la anterior deberían tener un fuerte apoyo de organismos públicos o privados para que la conozca la mayor parte de la población y empujarla para que sea adoptada en muchos hogares.
A veces, estas ideas o estos proyectos carecen de financiación o de apoyo para sacarlo adelante, por eso debemos ser partícipes del cambio e involucrarnos todo cuanto podamos para aplicar pequeñas mejoras que tengan un impacto en el medio ambiente muy fuerte.
Tal y como veníamos comentando, el tiempo que tenemos para revertir la situación del cambio climático es limitado y de momento el viento sopla con fuerza en nuestra contra. Debemos ser conscientes de ello y aprovechar cualquier oportunidad que surja para cambiar nuestros hábitos y hacer algo que realmente merezca la pena.
Cambiar la situación no es nada sencillo pero lo que sí que es cierto es que pequeños gestos como éste van a suponer un ahorro de agua increíble que podríamos destinar a otro tipo de situaciones futuras. El agua, al igual que otros recursos, es limitada y quizá llegue un día en el que no tengamos acceso a ella.
Antes de que llegue ese día debemos disponer de alguna iniciativa distinta que nos permita subsistir, y hasta ese momento debemos ser responsables y ahorrar la máxima cantidad de agua que podamos.
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