El medio ambiente es responsabilidad de todos, por ese motivo todos y cada uno de nosotros debemos aportar nuestro granito de arena para sumar en la lucha contra el cambio climático.
Son la suma de las pequeñas cosas lo que puede cambiar el mundo y debemos predicar con el ejemplo. Algo tan simple como reciclar lo que tiramos a la basura a diario o escoger el medio de transporte ideal que menos contamine son pequeñas acciones que con el tiempo se van a ver reflejadas en nuestro planeta.
En lo que se refiere a escoger el medio de transporte ideal y que contamine menos, es interesante usar siempre que se pueda el transporte público. Por ejemplo, si queremos movernos por dentro de la ciudad es altamente recomendable usar el autobús o el metro, en lugar del coche, ya que si cada persona que va dentro de un autobús cogiese el coche, los niveles de CO2 de las grandes ciudades se dispararía aún más.
Hay estudios que demuestran que el autobús es el medio de transporte más sostenible si es utilizado durante más de 200km debido a la gran cantidad de pasajeros que puede transportar y que por consecuencia no irían en su propio vehículo. Además, algunos autobuses pueden ser híbridos o eléctricos y no producirían CO2.
Entre los medios de transporte que perjudican más el medio ambiente tenemos los aviones y los barcos, que son capaces de recorrer grandes distancias en poco tiempo. Por otra parte, los vehículos que afectan menos negativamente a nuestro planeta destacan las bicicletas, que no necesitan combustible para funcionar y son una muy buena opción para movernos en distancias cortas, y los vehículos híbridos o eléctricos.
Los coches híbridos son útiles para recorrer distancias cortas o moverse dentro de la ciudad, ya que a velocidades bajas funcionan con el motor eléctrico y eso hace que no se libere CO2. Por otro lado, los coches eléctricos todavía son vistos como algo muy nuevo y pendiente de desarrollo, aunque el futuro está claro que parece tender hacia su utilización siempre que se aumente su autonomía, que ahora mismo parece que es bastante limitada.
Aún así, cabe recordar que una cosa es lo que puede contaminar el vehículo una vez está en funcionamiento, pero hay una parte muy importante de impacto medioambiental del mismo, y es cuánto puede afectar a la sostenibilidad del planeta el proceso de construcción del vehículo.
Es decir, está claro que un coche eléctrico va a expulsar menos CO2 a la atmósfera que un coche de gasolina, pero en su proceso de construcción realmente está contaminando menos que los otros coches o se utilizan piezas que perjudican a nuestro planeta? Esta y otras preguntas siempre se deben plantear cuando hablamos de impactar positivamente en el medio ambiente.